Según mis abuelos…. Tras la guerra civil que duró tres años, aun teniendo dinero no se podía comer porque no había alimentos.
La guerra civil para ellos fue absurda porque la consideran como una lucha entre hermanos, sin sentido, a la cual gracias a dios, mis abuelos no participaron, porque si te pronunciabas, tu final seguro era la muerte.
Mis abuelos son de Baeza allí hubo un levantamiento, bueno, una serie de levantamientos protagonizados tanto por la derecha como por al izquierda que acarrearon muchos problemas en el pueblo, destrozos, muertes, etc.
Las iglesias de Baeza, las desalojaron los republicanos para cuarteles y garaje, destruyeron imágenes de santos. Un caso que paso en Baeza fue que, el cura del pueblo, el cura Almero fue el único que se salvó, porque sabía reparar armas para los republicanos y el otro se escondía en una buhardilla pero lo encontraron y lo persiguieron por encima de los tejados de las casas, cosa que vio mi abuelo y le causó impresión.
Acciones que según mis abuelos eran escalofriantes; cuando cogían a personas las llevaban al cementerio y las mataban y cuando sus familiares volvían para verlos ya no estaban y no se sabía de ellos.
También mi abuelo recuerda como a amigos suyos les obligaron a apuntarse en al falange además se llevaban a la gente a los frentes, y no podían escribir cartas las cuales ellos consideraban que no eran correctas, es decir, según mi abuelo no podías poner la dirección en la que te encontrabas , debías solo poner “en campaña”, un anécdota curioso de mi abuelo fue que su tío al estar en el frente , al querer hablar con mi bisabuelo e indicarle donde estaba, ponía debajo del sello, para que no se dieran cuenta, la dirección.
El padre de mi abuelo lo llevaron a la retaguardia, movilizaron las quintas (la quinta del 22) los jóvenes de 18 años eran enviados a la guerra.
El primo de mi abuelo se lo llevaron a la guerra y no volvió.
Ellos califican de peor la posguerra por el hambre que pasaron, recuerda mi abuelo, el de pequeño, yendo con las cartillas de razonamiento, que eran una especie de listas que según el numero de familiares te la daban pero además tenias que pagar. Además le requisaban alimentos de su huerta. Una vez, las espinacas se las requisaron por las autoridades porque si las vendía solo podía hacerlo para medicamentos.
Por parte de mi abuela, ella tuvo un tío que fue alcalde de Baeza, y lo ejecutaron por ser el cabecilla del partido republicano de Baeza.
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