En tiempos de la Guerra Civil éramos muy pequeños, tan sólo unos niños que no sabíamos demasiado bien lo que pasaba, solo teníamos conciencia del peligro que corríamos y como nuestros padres estaban siendo perseguidos.
Yo solo tenía 2 años y tengo la imagen grabada en mi mente de como mi madre venía con lágrimas en los ojos diciéndome que a mi padre lo habían matado unos señores, por el simple hecho de no compartir sus ideas. Mi madre siguió luchando por todos mis hermanos y por mí, aunque años más tarde, en cuanto crecí un poco tuve que empezar a trabajar como costurera al lado de mi hermana y mis hermanos empezaron a trabajar en el campo con mis tíos.
Tuve una infancia muy dura, pero me sirvió para seguir adelante con mis ideales y luchar por lo que quería a pesar de estar en medio de una dictadura contraria a todos mis pensamientos.
A mis quince años conocí al hombre con el que pasaría el resto de mis días y al que me tenían prohibido por completo poder verle, ya que su familia y la mía tenían unas ideas completamente contrarias. Fueron unos años difíciles para los dos. Su familia era centralista, ajena a esa disputa entre rojos y franquistas, pero también fueron muy perseguidos por no tener sus ideales claros; Y por esto, mi familia no le aceptaba, pensaban que era una persona que no lucharía por conseguir sus objetivos y que no sabría que camino seguir, lo cierto es, que estaban muy equivocados y por eso yo decidí seguir adelante a su lado.
Tras superar todos estos obstáculos nos casamos y todas las rivalidades entre ideales políticos se fueron apaciguando y nosotros, ya asentados en esta dictadura, pudimos ir construyendo una familia.
Fueron años de mucho esfuerzo en los que tanto mi marido como yo tuvimos que trabajar día y noche para sacar a nuestros tres hijos adelante.
He de decir que todos mis ideales políticos los tengo a raíz de mi madre, ya que ella fue la que me contaba todo lo que pensaba mi padre y el por qué había sido fusilado. Tanta rabia me daba que lo hubiesen matado por no compartir los mismos pensamientos que, desde que mi madre me contó toda la historia nunca más he aceptado cualquier otra idea contraria a los ideales de mi padre; lo que quiere decir que jamás aceptaré cualquier propuesta de derechas.
Pero esta es toda mi historia, la lucha de una familia por salir adelante, por superar cualquier dificultad. Todo por sacar adelante a unos niños que, a día de hoy tienen todos esos valores que les hacen fuertes para seguir luchando en un mundo cada vez más cambiante, donde hay libertad para poder expresar tus ideales y, donde lo que pienses puede llevarte al éxito o al fracaso.
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