miércoles, 17 de marzo de 2010

Con pistola o sin pistola, te pego.

El 18 de julio de 1936, finalizó la guerra. Por aquel entonces la mili era un servicio obligatorio y por tanto la población masculina española debía hacerla.
Luis, el hermano de mi abuelo Antonio hizo la mili, como era costumbre, y cuando volvió del frente al acabar la guerra; se le acusó de quemar figuras de santos junto a otros compañeros y lo encarcelaron.
El destino elegido para su arresto fue el campo de concentración de Benalua en Guadix. Allí el guardia civil que lo vigilaba todas las semanas le propiciaba una paliza.
Luis se hartó y en una de las veces en las que el guardia civil le visitaba el hermano de mi abuelo le dijo:>.
A lo que el guardia contestó:>. Y dejó la pistola en un banco cercano, acto que Luis aprovechó para quitársela y amenazarle para que dijera al centinela que lo llevaba a declarar a Guadix.
Llegaron al rio de Guadix donde Luis se deshizo de la pistola arrojándola al rio y corrió alejándose del guardia. El destino elegido por Luis para su exilio fue Francia. El trayecto fue largo y pesado, a veces iba a pie, otras en coche…y por la noche debía esconderse en las cuevas para no ser atrapado.
Mientras, mi abuelo y sus siete hermanos pequeños debían buscarse la vida en la recolección de la patata; donde el jornal que recibían eran los restos de las patatas en mal estado a las que se le habían quitado las partes podridas.
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